Ella es una rosa
Un jardín embellecido por el rosal donde floreció, no
cualquier rosa, sino una muy particular: las espinas en el tallo son su parte
áspera que puyan, y las utiliza para protegerse como la avispa usa su ponzoña en
defensa propia. Poco a poco es suavizada por las hojas que cubren a una
rosa, que por la pasión y el amor que
nacen desde sus raíces hasta sus pétalos, es representada por un color rojo
intenso, que expulsan un aroma a fresca primavera.
Las gotas que caen de la lluvia y rozan cada parte de sus
pétalos, hojas y espinas quedan llenas de su fragancia, color, y hasta de las
asperezas de sus púas y riegan ese rosal que contiene un poquito de cada
característica de ella.
Quizá, la belleza de la rosa escondió muy bien los males que padecía e hizo que lo pasáramos desapercibido. Estos lentamente fueron
deteriorando a la flor, que como gota a gota caída del cielo llenó al rosal con
pedacitos de ella, gota a gota subió a formar parte de ese cielo que la regaba.
Sólo queda ese jardín
fotografiado por el lente de los ojos y guardado en la memoria del
corazón. Así quedaste intacta en la vida de quien te conoció.
María
Tanislada Peña Cano (8 oct 1948- 21 Jul 2014)
El mundo en letras.
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ResponderEliminarTe amo mami
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