Excusas y más excusas



El mundo en excusas


¿Por qué no puedes? ¿Qué tienes que hacer? ¿Por qué llegaste tan tarde?
¿Por qué te vas? ¿Por qué no lo puedes hacer?
Y… la peor de todas: ¿Por qué siempre te excusas?

Este tipo de preguntas abren paso a una infinidad de excusas (algún motivo ajeno a la situación que impidió que realizaras algo. Pedir disculpas por algo que no pudiste hacer). Hay dos tipos de personas: el(a) que recibe las excusas y el(a) que elabora y tiene la excusa.

En los dos casos encontramos personas muy distintas: una molesta, por la falta cometida o en muchos casos por lo embarcada(o) que se llega a sentir; y la otra muy apenada por la situación con una excusa cierta, o con la excusa más rebuscada, medio creíble que es sinceramente muy ficticia o  con falta de base.

¿Tantas excusas a dónde nos llevará? Lo hermoso de la vida se ve reflejado en la simpleza, el que puede, hace, y el que tiene tiempo y menos “excusas”, más.

Aunque también dicen que más hace el que quiere, que el que puede, y eso nos lleva a pensar que el buen deseo de hacer las cosas que puede tener una persona tiene más peso que el que puede pero por ciertas razones lo hace de “mala gana”. Menos excusas y más acción en cualquiera de los dos tipos de personas.
                                 
                

         El mundo en excusas
                      El mundo en letras 
                        Una historia del mundo reducida en letras.
                                                               

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